Hay pocos poetas tan versátiles como John Ashbery. Está el de la épica cotidiana, el
fabulista, el flâneur, el viajero en el tiempo, el amante hermético, el escenógrafo, el dibujo
animado, el somnoliento, el metapoeta, el crítico de arte, el cartógrafo, el peregrino, el
explorador polar… Y está el Ashbery que es todo eso a la vez.
A la siga de esa multiplicidad, esta antología reúne veintidós poemas de corta y mediana
extensión, muchos de ellos inéditos en nuestra lengua. Escogidos de un corpus de más de
cincuenta años de escritura, ofrecen diversos paraderos de una obra que se quiso en
movimiento, erótica al punto de “mantenernos despiertos, pensando en los sueños”.
“La libertad y la inteligencia con que escribe Ashbery son contagiosas. Pero exigen tal vez
un sacrificio de entrada, una suspensión no de la incredulidad sino de nuestras
ansiedades: las de encontrar un sentido último, conceptos englobantes, principios
causales, sentimientos reconocibles. Con Ashbery nos hallamos inmersos en el flujo
magmático y no siempre significante del lenguaje. Aprender a nadar en él es una de las
experiencias más felices que la poesía contemporánea nos ha regalado”. FERNANDO
GARCÍA (traductor)
John Ashbery (Nueva York 1927-2017), fue considerado uno de los poetas estadounidenses más
exigentes e innovadores de su época, sobre todo a partir del libro Autorretrato en espejo convexo
(1975), que obtuvo los tres mayores premios literarios de EE. UU.: el Pulitzer, el National Book
Awards y el National Book Critics Circle Award. Su obra literaria consta de veintisiete títulos de
poesía, varias traducciones de poesía francesa, una novela escrita junto a James Schuyler y un libro
de ensayos críticos, además de cientos de artículos de crítica de arte publicados en medios especializados.