¡Hipercolibrí, lanza relámpagos!”
Casi un tónico –un vapor– es esta luna
que se acuesta oracular a los pies del
alacrán. Venimos desde lejos
a esta misa entre las piedras donde izamos
las dunas para el sueño, para el cacto
terminal: casi tacto de las mieles. Tengo un párpado
cerrado pero el cuore
bien abierto a las señales.