Este libro cuenta el viaje de una analista a través de lenguas y países borrados del mapa, de lo que hacen testimonio sus pacientes gracias a su locura. Ella es acompañada por el filósofo Wittgenstein, que interviene en su periplo y en sus sesiones para llamarla al orden sin contemplación respecto al juego de lenguaje que sus pacientes le presentan y del cual ella intenta zafarse a menudo.
Françoise Davoine es doctora en sociología y psicoanalista. Junto a Jean-Max Gaudillière trabajó durante más de treinta años en un hospital psiquiátrico público, de cuya experiencia se nutren diversos estudios que tratan la relación de la locura a las fracturas del lazo social, así como un seminario semanal en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Paris. Su trabajo pluridisciplinario, que liga la experiencia psicoanalítica a la literatura, la filosofía y la historia, entre otros ámbitos de la cultura, se dirige a interrogar los traumatismos tanto a escala individual como colectiva, proponiendo una lectura que permite reconocer de la transferencia en la psicosis el testimonio de aquello que cae bajo un manto de silencio y que remite también a la perversión como su correlato ineludible.