La obra de Al-Hallaj (858-922) es una de las cumbres de la poesía mística universal y, a su vez,
un acceso privilegiado por su belleza a la espiritualidad sufí, una de las ramas del islam. Hallaj
pertenece a esa rara pléyade de poetas para quienes la poesía es una con el pensamiento. Sin
embargo, siendo él por sobre todo un místico, esa unidad encuentra su justificación en una
experiencia de totalidad, en una relación única con Dios. Experiencia no mutilada, no
mutilante,
donde el alma coexiste con el cuerpo, donde el corazón y la imaginación, llevados por esta
fuerza transfiguradora que es el amor, deviene en un medio de conocimiento, de sentido de
verdad. Dar cuenta de esta unidad es el ejercicio de su poesía, notablemente versionada por la
poeta chilena Soledad Fariña, quien, además, realiza en este libro una introducción a la poesía
de Hallaj y al significado del sufismo.
AL-HALLAJ, poeta y místico sufí y suni nacido en 858 en Al-Bayda (actual Irán) y muerto
en Bagdad en 922. Con su mensaje inicia una nueva etapa en la mística islámica. Desarrolla
una espiritualidad abierta a todos y alejada de rituales e intermediarios, donde pone en tela de
juicio la visión ortodoxa de la concepción divina, motivo por el cual es arrestado bajo la
acusación de chií y de haber atentado contra la autoridad del califa. Condenado a muerte, es
ejecutado en la horca, crucificado, mutilado y quemado. Al-Hallaj es seguidor de Isa (Jesús) y
su concepción del amor, es consciente de que su muerte contiene también el mensaje redentor
de la pasión.
SOLEDAD FARIÑA VICUÑA (Antofagasta, 1943). Es poeta y escritora. Magíster en
Literatura por la Universidad de Chile, donde también cursó estudios en Ciencias de la
Religión y Cultura Árabe. Ha publicado El primer libro (1985), Albricia (1988), El amarillo
oscuro (1994), La vocal de la tierra (1999), Otro cuento de pájaros (1999), Narciso y los árboles
(2001), Donde comienza el aire (2006), Ábreme (2012), Yllu (2015), El deseo hecho palabra
(2021). En 2012 versiona los poemas de Safo enAhora, mientras danzamos.