Los cuerpos del verano pertenece a la familia de las grandes obras de ficción imaginativa. Un mundo donde los muertos tienen la opción de regresar a un cuerpo gracias al avance de la medicina y a internet, que se configura como una tercera posibilidad de la existencia. El autor construye de esta manera un universo propio, una necrológica melancólica e hilarante sobre nuestra relación con la web y sus problemas cotidianos.
Esta pequeña obra de culto que ha fascinado a lectores, críticos y libreros ya ha sido traducida al francés, inglés y hebreo.
“Cada tanto, una novela argentina planta bandera en la ciencia ficción, y a veces lo hace no desde el costumbrismo espacial sino desde las raíces mismas del género: con una idea”.