la muerte desciende al final a la vida: enterró la tierra donde tú lloraste, mató la ciudad con su agitación absurda, las pobres mujeres, los malos poetas, mató a muchos mientras se despertaban, se puso a trabajar, impasible,
un sacerdote es aplastado por dos tranvías, nadie se ocupa de él,
los pensamientos se acumulan y se resisten a ser anotados en mi encéfalo, ¿qué vale un pensamiento anotado en mi cerebro?
emergen, se hunden: definitivamente: mujeres, hombres entre el placer y la desesperación,
el pensamiento de Kant: algo sobre los colores del otoño, se querría escupirlo inmediatamente,
las doce: el despedazamiento de todos los sueños, el mundo deja de existir, se recompone, pero nadie lo ve,
Thomas Bernhard
Durante todos estos años nos hemos preguntado qué aspecto tendría lo Nuevo […] Aquí está lo Nuevo.
Ingeborg Bachmann