Nana, china, criada. El trabajo doméstico ha estado ligado a la discriminación y explotación de la mujer pobre desde antes que nuestro país se constituyera como tal. Un trabajo que esconde resabios de esclavitud y servidumbre que han convertido a las trabajadoras de casa particular en el último eslabón de la cadena de opresión contra la mujer. Hasta que una se atreve a levantar la voz.
“No somos nanas” reúne las memorias de Ruth Olate Moreno, la histórica dirigenta del sindicato de trabajadoras de casa particular y su batalla por mejorar las condiciones laborales de un gremio históricamente discriminado por las leyes, los políticos e incluso por otras mujeres.