Moradas nietzscheanas. Del sí mismo, del otro y del “entre” está dedicado a la problemática de la constitución de la subjetividad y de la alteridad. Puede parecer extraño que se “descubra” un pensamiento acerca del otro en un autor como Friedrich Nietzsche, a quien la interpretación lo ubicó durante mucho tiempo en la línea de un pensamiento individualista. Sin embargo, figuras-máscaras como las del amigo, el viajero y el ultrahombre están signando una continua desaprobación de sí: el «entre» de las fuerzas implica una tensión entre lo mismo y lo otro, entre el azar y la necesidad, tensión que impide toda posibilidad de aseguramiento total de lo real y con ello, de aprobación de la otredad. En el cruce entre filosofía y literatura, el otro se delínea como una extraña morada en la propia mismidad.