El primer capítulo recopila la participaciones de atletas exitosas desde 1939, año en que por primera vez participan mujeres en un Campeonato Sudamericano. Otras competencias creadas con posterioridad fueron incluidos de acuerdo al orden cronológico de su existencia. Estos son los JJ.PP. (Juegos Panamericanos) realizados en Buenos Aires el año 1951 en los cuales las nacionales Beatriz Kretschmer, Eliana Gaete, Marión Huber y Lucy López tuvieron una descollante figuración individual.
También son analizados los Campeonatos Iberoamericanos que tuvieron su origen en los tentativos Juegos Atléticos Iberoamericanos que se realizaron en Chile en 1960 y en Madrid en 1962 con extraordinaria figuración de Chile pasando luego al olvido; pero creados en 1983 con el nombre de Campeonatos Iberoamericanos como ya indicado realizándose el primero en Barcelona. A su vez son abordados los JJ. ODESUR (Juegos Cruz del Sur)que incluyen el atletismo como uno de los deportes más importantes y se realizan cada 4 años tal como toda las confrontaciones que abarca varios deportes tanto individuales como colectivos y por ello se denominan juegos.
Además hay referencias de los JJ.OO. (Juegos Olímpicos) en que hubo presencia de atletas chilenas de los cuales los celebrados Melbourne donde Marlene Ahrens consiguió medalla de plata están insertos en la memoria del país.
El Capítulo II se refiere exclusivamente a la participación de atletas juveniles (hasta 19 años) en Campeonatos Sudamericanos Juveniles, en los que las jovencitas fueron incluidas en el año 1966 y además a los Campeonatos Panamericanos Juveniles que se crearon en 1980.
El CAP.III “Hijos de Campeones Nacionales” más coloquialmente “Hijos de Tigres“ sin diferenciación de género como se les tilda frecuentemente se organizó bajo los términos de “Hijas de Tigresas”, “Hijas de Tigresas y de Tigres” e “Hijas de Tigres”…
Así se da a conocer la interacción de dos generaciones, así se conocerán las relaciones de parentesco entre las grandes estrellas del atletismo nacional y la nueva generación que veinte o más años después logró espectaculares desempeños, en confrontaciones internacionales tanto juveniles como en categoría adultos (todo competidor que también implica a los juveniles).
El capítulos IV surgió al revisar el enfoque global de los diferentes estamentos que conforman el organigrama donde el equipo técnico, que implica a las entrenadoras, aunque pocas en Chile, son uno de los eslabones fundamentales. Se describe, por lo tanto la formación, el desempeño y los resultados de un ramillete de aquellas entrenadoras que han permanecido durante muchos años en la labor a nivel tanto escolar como federado desempeñando, a su vez un importante rol acompañando al equipo femenino en varias confrontaciones internacionales.
En el cap. V se analiza, la labor más abnegada y que requiere de un enorme espíritu de sacrificio, compromiso y pasión por controlar desde confrontaciones escolares, federadas (inter-clubes) hasta internacionales. En él se detallan las modalidades (sistemas) de formación para los diferentes desempeños. Fueron descritas algunas juezas cuya labor se extendió y sigue vigente de varias de ellas, quedando al margen los grupos más reciente incorporación por falta de información adecuada.
En el capítulo VI bajo el título de “Semblanzas Testimoniales” se señala la dimensión humana de la mayoría de las atletas que figuran en los capítulos anteriores abarcando su vida deportiva con las dificultades que tuvieron que superar para concretar sus aspiraciones. También implica su faceta profesional, su entorno familiar, sus hobbies, etc.
