Los tsembaga son un grupo maring de agricultores que practican la roza por fuego y ocupan un pequeño territorio en las laderas septentrionales de las montañas centrales de Nueva Guinea. Al considerarlos como parte de un complejo sistema ecológico que incluye tanto a sus vecinos humanos como a la flora y fauna con las que comparten su territorio, Rappaport argumenta que su complicado ciclo ritual, aparentemente referido a los espíritus, actúa en realidad como un mecanismo homeostático que regula el tamaño de la población porcina, la superficie cultivada, los periodos de barbecho, el gasto de energía en las actividades de subsistencia, la ingestión de proteínas, la relación hombre-tierra y la frecuencia de los combates.
«El estudio de los tsembaga de Rappaport debería ser leído por todos los estudiosos interesados en la etnografía de Nueva Guinea o las funciones de los rituales. Además, este libro debería ser leído por todo el que estuviera interesado en la ecología, cultural o no… Cerdos para los antepasados se convertirá en el modelo de los estudios de ecología humana durante mucho tiempo.»
Journal of Asian Studies