En Verde como la tierra, su tercer libro de poesía tras Itinerantes y la trilogía
Anastasia, Pedro Pablo Achondo nos presenta una zona devastada pero en
resistencia. Los versos oscilan entre la esperanza, la rogativa y el desamparo. La
ternura viene sembrada entre las páginas de estos poemas, invita a quien los
lee a pensarse ahí, a habitar también. ¿Puede la ternura crecer en una zona
militarizada? ¿Qué plantaremos en una tierra regada de sangre?
Imaginarnos una eco(dis)topía probablemente nos lleve a pensar en el futuro,
pero no hay futuro posible con este presente, el presente de Wallmapu.