Ayer

Con un lenguaje directo, poco ostentoso, ayer da cuenta de una poesía de potente introspección espiritual.
Es precisamente por esto que sus versos breves y punzantes aparentan una poesía críptica, que sin
embargo abre al lector a una experiencia de descubrimiento y goce poético que ofrece más de lo que
esconde.
“Como después de una mala noche, se levanta la voz de Ayer. En secuencia numérica, pero sobre
todo anímica, estos poemas alzan sus voces hasta un medio tono lo suficientemente vigoroso
como para hacerse escuchar en medio del parloteo de nuestro tiempo. No hay susurros en este
libro, pero tampoco gritos, y quizá ese difícil equilibrio del ánimo, del alma diremos de modo más
literal, es la convocatoria que oímos y que nos dirige en cuanto la hemos aceptado. […]. Por
cierto, muy buena poesía conocemos a ambos lados del sonido. Pero Ayer escogió otra ruta.” –
Roberto Onell