El poeta que ha escrito Animal muerto rastrea y escucha sus propios sueños y los de todos, como
anuncia el epígrafe de Dylan Thomas que abre el libro. Ese impulso está en marcha y el autor arroja
las escenas sobre el paisaje como quien al mismo tiempo reconstruye el pasado, la memoria, la
imaginación y el futuro. La investigación innata de la percepción y el hallazgo tienen lugar aquí con
un trabajo preciso, centrífugo y natural. Escribir también es soñar, solo de esta manera se puede
abroncar y asumir la realidad en todos sus sentidos. Aquí, en las entrañas activas de este Animal
muerto, se pone en juego un duelo onírico, tiene lugar el encuentro entre la desazón y la lucidez. Un
juego que resulta nada siniestro puesto que se vuelca sobre unos poemas que reclaman una radical
exigencia a sus lectores, la mutua e hiperactiva puesta en escena de la interpretación, del asombro,
del deseo, del extrañamiento y de la rabia compartidas. Este animal se debe y se entrega, furioso y
lúcido, a la constante y combativa inminencia de estos tiempos.
Bruno Montané Krebs
Sebastián Gómez Matus (Osorno, 1987) es poeta y traductor. Ha publicado las traducciones Fin
del verano, de Chika Sagawa (Abducción 2020) y El Libro de Joshua de Zachary Schomburg
(Komorebi, 2020). Es autor de PO, La Constitución Borrada (2020). El 2019 recibió una Mención
Honrosa en los Juegos Florales Gabriela Mistral por este libro.