Lo que me hace pensar en la virtud felizmente clásica de Aca-
cia es el lirismo algo alucinatorio de sus líneas, el que se va
materializando en ese oryx que aparece desde un margen,
cruza las páginas y termina ocupando el espacio central en
sucesivas metamorfosis.
Camila Blavi ya mostraba en Contaminaciones, su primer li-
bro, que el oído —las texturas, las resonancias dormidas en
las palabras— volvían afortunadamente a la poesía. ¿Pero
volvían desde dónde? Quizás desde la agotadora voluntad de
encontrar visualidades originales, léxicos contaminados, ebrie-
dades nuevas.
Acacia es la poesía devuelta y de vuelta a un decir genuino,
despojado, hecha de palabras preciosas y despertadas por una
alquimia renacida. Para usar sus propios términos: poesía que
«leuda con lentitud». Y con evocaciones perseverantes y sus-
tantivas.
Palabras de Edgardo Dobry
CAMILA BLAVI
(Santiago, 1988) es
escritora y profesora.
Estudiante del Magíster
en Literatura Latinoame-
ricana y Chilena de la Universidad de Santiago
y Máster en Creación Literaria de la UPF-BSM de
Barcelona. En 2022 publicó el libro de poesía
Contaminaciones (Komorebi Ediciones). Se ha
adjudicado la Beca de Creación Literaria del Fon-
do del Libro y la Lectura en dos oportunidades
(2021 y 2023), la primera de ellas con Acacia.