“Internacionales” es uno de los tantos puntos de inflexión que se encuentran a lo largo de El Hombre y la Tierra, opera magna del geógrafo francés ÉliséeReclus. En ella narra una etapa fundamental de la historia reciente: los años 1866 a 1900, es decir, años cruciales donde las consecuencias de la revolución industrial y la acumulación de riquezas condujeron a las naciones a plantear nuevamente sus fronteras a través de guerras, invasiones y colonialismo, mientras el movimiento obrero se organizaba en la Internacional para dar frente a la absoluta contradicción económica entre el Capital y el Trabajo, “en tanto que el primero tiene por tendencia natural reducir a esclavitud a todos los que se hallan a su servicio, el segundo no puede menos que envilecerse y hundirse en la baja rutina si no es libre, espontáneo, alegre y creador de fuerza personal y de iniciativa”, como sostiene Reclus en este apartado.
Este opúsculo cuenta, además, con un completo estudio del profesor Rodrigo Quesada Monge sobre la Comuna de París, donde expone el sentido de este acontecimiento para el movimiento obrero y sus posteriores efectos hacia lo que fue el siglo XX. Asimismo, se sumó una carta de ÉliséeReclus a su hermano Elías, donde cuenta las discusiones que tuvieron lugar en el 2° Congreso de la Liga de la Paz y la Libertad en Berna, Suiza, año 1868, donde participa junto a Bakunin y expresa por primera vez, de formas pública, sus ideas anarquistas.