“La razón por la que he sobrevivido tanto tiempo en este oficio es probablemente porque sigo abierto; cambio, vivo, y la vida queda en mis filmes. Lo mismo le pasó a Luis Buñuel, por ejemplo. Miren los filmes que Buñuel hacía en los años 30, miren los filmes que Buñuel hacía en los años 50 en México, miren a Buñuel en la época en que trabajó en Francia, El discreto encanto de la burguesía, etc. Nunca dejó de vivir su vida, siguió vivo, abierto… En verdad me gusta mucho Buñuel por eso; por la capacidad que tuvo para no fijar su trabajo en un rictus. El rictus de algo que habría marcado una época y luego se repite. Ustedes ven una vida que evoluciona cuando miran las películas de Buñuel. Además, tenía un gran sentido del humor. Pero su humor siempre proviene de una determinada profundidad en la visión. Nunca es superficial. Forma parte de su esfuerzo por entender el corazón humano. Y eso es también lo que yo intento hacer.”
W. H.