En los tomos I y II de esta saga, nuestros personajes, Luis Manuel García-Lazcano y su prodigioso
secretario y amigo Juancho, vivieron todos los hechos acontecidos en nuestro país desde antes de
la Primera Junta de Gobierno de 1810 hasta la abdicación de O’Higgins en 1823.
Ahora, son partícipes cercanos de lo que se llamó “el decenio de anarquía” y nos revelan cómo los
pipiolos-liberales tuvieron que hacer frente a la insurgencia pelucona-clerical que buscaba sacarlos
del poder y, además, borrar de los anales de la historia patria la participación de los masones en
nuestra revolución e independencia.
Las logias masónicas posteriores a la Logia Lautaro acogieron a los presidentes Ramón Freire,
Manuel Blanco Encalada, Francisco Antonio Pinto y otros próceres que marcaron este período de
construcción de nuestra democracia republicana.
Las vidas de los personajes y sus familiares se van entremezclando con el devenir histórico y así nos
enteramos de cómo se fue desarrollando aquí la educación y la cultura de mano de personas
prodigiosas como Andrés Bello, José Joaquín de Mora, Isidora Zegers, José Zapiola, Carlos
Drewetke y tantos otros.
Por otra parte, conoceremos en su juventud a hombres forjadores del alma liberal posterior, como
ser Francisco Bilbao, José Victorino Lastarria, Hermógenes Irisarri, Juan Bello, Manuel Antonio
Matta, Aníbal Pinto y otros. Y, como figura descollante, Diego Portales.
Y, mientras eso sucedía a los personajes en el ámbito histórico, vemos cómo ellos y sus familias
viven los dramas y las alegrías que son comunes a todas las personas.