Y entonces, ¿cómo seremos capaces de pen- sarnos de otro modo si solo disponemos de su lenguaje ̧ únicamente del sentido que, aquellos que pretenden la acumulación infinita, les dan a las palabras? ¿Cómo atacar, cómo transfor- mar? (…) Si el lenguaje neoliberal lo quiere permear todo, no puede pensarse separado de las formas de vida que estimula o prohíbe y, por tanto, si deseamos, si la izquierda desea otra vida posible, otro mundo, entonces, la des- composición implacable de este lenguaje y del mundo que encierra, es parte fundamental de la elaboración colectiva de otra política, como otra forma de vivir.