El presente libro ofrece una reflexión sobre el arte a través de sus «derivas», es decir, los movimientos que anidan en la creación y que hacen que en el arte actual quepan todas las maneras. A lo largo de sus capítulos no sólo se considera la creación propiamente dicha sino también la disciplina de la Historia del arte, sus límites y la necesidad de plantear nuevos métodos y estrategias de lectura.
Y ello a partir de un modo de entender el conocimiento a través de intercambios de saberes entre disciplinas –afines o no–, en lugar de querer encapsularlo en un único y delimitado campo. Son estos saberes reticulares los que explican las mencionadas «derivas», que, partiendo de un núcleo central que podría resumirse en un análisis de la teoría y la historia del arte global de las dos últimas décadas, se diversifican en múltiples visiones no jerárquicas que dan cuenta de los contextos en los que se generan y operan.
En definitiva, este texto desarrolla una serie de «líneas de fuga» que, desde la crítica de arte, los Estudios Visuales, el concepto de archivo o el de globalización, tanto convergen como divergen buscando un movimiento continuo y, en último término, generan un espacio común desde el que reconocer que tanto o más importante que el arte que nuestro momento global concibe, lo es la manera de analizarlo, de narrarlo, de comunicarlo y de hacerlo extensible a una audiencia activa y participativa.