Como una temporada de enclaustramiento, Los Tiempos somete a su lector a la contemplación de las profundidades humanas. Surgido desde una experiencia límite, este poemario encierra en poemas de cuidada factura la esencia del frágil estado del ser humano ante la vivencia de la clínica psiquiátrica y el trauma de encerrarse a buscar el mundo y encontrarse a uno mismo.
“Los Tiempos propone una poética del desgarro, donde vida y escritura son una sola y misma cosa. Si la poesía no es literatura, la vida misma es un género literario. En situaciones extremas de la vida es donde la poesía se muestra como el acto de completar y corregir la propia experiencia concebida como una obra de arte fracturada e imperfecta. Así, Los Tiempos sostiene con la vida una relación orgánica, donde la vida es el material de base de un trabajo que se ejerce sobre el lenguaje entendido como un cuerpo confinado en la estructura de su angustia.” – Rafael Rubio