Un artista visual y un músico dan título al nuevo libro de Mario Verdugo: robert smithson & robert smith. Ambos
nombres propios adquieren aquí significados imprevistos; como dice uno de ellos en el epígrafe: “un lugar
puede representar otro lugar que no se le parece”. Lo anterior entrega pistas sobre el trabajo formal que realiza
el autor, basado en la repetición casi geométrica de distintas estructuras. En mencionado, veintiún personajes
laterales o secundarios —un baterista que se fue justo antes del éxito del grupo, un deportista opacado por un
equipo de estrellas, un científico que no patentó sus conclusiones a tiempo— buscan reivindicar su importancia
en logros más bien peregrinos. Luego, en la sección titulada bretaña, alguien registra las maniobras que se
ejecutan en una metrópoli abstrusa, entre minibodegas, salas de eventos o quinchos. Y en p300, la parte final,
quien habla es un sujeto algo descontrolado (¿robot, alienígena, ángel exteminador?) que interpela a sus
fantasmales “compañeros” con la sabiduría que le confiere “todo un milenio sin sexo”. La sátira y el
extrañamiento confabulan en este libro, cuyos poemas revisan meticulosamente diversas membranas de la
realidad.
Mario Verdugo (Talca, 1975). Ha publicado La novela terrígena (2011), Apología de la droga (2012; segunda
edición, 2014), Canciones gringas (2013) y Miss Poesías (2014). También es autor de la antología Música
esdrújula. Grandes éxitos de Pedro Antonio González (2015)