Juan Eduardo Esquivel, chileno, avecindado en México hace casi medio siglo, es poeta (por sobre todo),
académico, gestor cultural, hombre comprometido con su medio y su época. Nacido en Santiago en
1940, Después de décadas de vivir en la intersección de las disciplinas sociales con la poesía, recuperó el
lenguaje metafórico para conversar. Celebra que en poesía desaparezca el “rigor mortis” del lenguaje. Ha
publicado numerosos libros y sus poemas se reproducen también en revistas, plaquettes y otros
formatos.
Aunque reside en Ciudad de México, prefiere publicar en Chile, donde está sus referentes principales: los
amigos, las raíces de la familia originaria, los paisajes, las organizaciones de escritores a las que
pertenece.
Con el presente libro cierra un ciclo largo de su vida para enfocarse en la efervescencia que hoy busca
identidad y camino.
En este libro, Juan Eduardo Esquivel hace aquí un recuento personal e
histórico y breves homenajes a sus “congéneres”, los poetas, amigos y
lectores. La alternativa a su vieja actividad académica era buscar el
lenguaje más virtuoso y ése no estaba en las matemáticas, la biología,
la metafísica u otros campos, sino en la poesía. Para Esquivel, el
lenguaje poético tiene una virtud escasa en ellos: dice más de los que
dice.