Itzamara, palabra maya que significa Estrella, es el nombre que este grupo de seis mujeres,
unidas por la pasión por las letras, hemos dado a nuestro taller de escritura. Itzamara es un
espacio de creación colectiva y de liderazgo compartido.
Un trabajo colectivo en el que seis autoras ponen en común su obra creativa en áreas temáticas
definidas, sin perder cada una su identidad, inmersas en el estilo conceptual y formal de la
poesía tradicional de Japón.
Impregnadas de Haiku, ellas representan la fuerza que es femenina como la tierra, la naturaleza,
la energía que mueve y anima al mundo, reflejada en el desafío de configurar un contenido
basado en la síntesis de las diecisiete sílabas.
Seis autoras del sur del mundo escriben mirando a su antípoda geográfica con voz
propia, sin hacerse las japonesas, más bien asumiendo su origen y realidad.
Presentan la obra organizada en cinco capítulos, donde sus nombres se entrecruzan
formando un tejido, igual a identidades yuxtapuestas que a ratos dialogan creando un ritmo de
lectura.
Las ilustraciones de Samira Jarufe acompañan la simbiosis armónica de los Haiku con la
visualidad que precede cada capítulo a manera de evocativo portal.
La brevedad concatenada de su lectura en episodios temáticos es una invitación a
reflexionar en el Carpe Diem, a momentos meditativo o inquietante del tapiz de estos sueños
que se incrustan en nuestra realidad forjada en la manera de la escritura del lejano oriente,
traducida a nuestro acontecer, con sutiles trazas o ecos de las lecturas en conjunto en el taller
de Mauricio Tolosa. Luminiscencias que las impulsaron a esta realización aquí plasmada.
Mujeres que proveen el fuego como la diosa Vesta, en llamadas poéticas que emanan
desde el lenguaje libre. Sus Haiku insubordinados abarcan un espectro amplio que va desde los
versos que cicatrizan las fisuras del tiempo que les ha tocado vivir, hasta formas que se acercan
a los cronopios cortazianos que merodean y se asoman a los márgenes o van más allá y
transgreden los límites.