Fausto es la obra más compleja y universal de Goethe, en la que trabajó durante toda su
vida adulta. Para contar la dramática y trágica historia del pacto de un hombre con el
diablo a cambio de conocimiento y poder, recurre a toda cultura que tiene a su alcance.
Goethe afirmó que su libro cubría tres mil años, en los que mezcló evocaciones de paisajes
y figuras mitológicas clásicas con alusiones literarias desde Homero a Lord Byron, junto a
sátiras del Sacro Imperio Romano Germánico, la Revolución Francesa y el capitalismo e
imperialismo de la década de 1820. Esta tragedia ilustra el propio desarrollo moral y
artístico de Goethe, y una simbólica historia del Occidente que lucha de manera inquieta y
acelerada por el progreso. Como con gran parte de la obra tardía de Goethe, su riqueza,
profundidad y osadía literaria se comenzó a apreciar recién en el siglo XX.
Poeta, dramaturgo, novelista, científico, estadista, director de teatro, crítico y artista
aficionado, JOHANN WOLFGANG VON GOETHE (1749-1832) es considerado el más
importante autor alemán de la época moderna. Comparte filas con los grandes
compositores y filósofos de su país. En la literatura europea ha tenido una posición tan
decisiva que, desde finales del siglo XVIII, sus escritos han sido calificados de clásicos. T. S.
Eliot al referirse a su figura planteó que, antes que un poeta o un estadista, Goethe era un
“hombre de mundo”.
MANUEL ANTONIO MATTA (1826-1892) fue un escritor y político del Partido Radical.
Realizó sus estudios básicos en el Seminario Conciliar de Santiago y en el Instituto
Nacional, donde recibió clases particulares de Andrés Bello. Estudió Derecho en la
Universidad de Chile. Participó en la fundación de la Sociedad Literaria que convocó a la
intelectualidad de avanzada de la época como José Victorino Lastarria y Francisco Bilbao.
En 1856, junto a su hermano Guillermo Matta, Benjamín Vicuña Mackenna, Miguel Luis
Amunátegui y Domingo Santa María, entre otros, contribuyó a fundar la Sociedad de
Instrucción Primaria.