El vivero y el inventario ofrece una panorámica a toda la obra narrativa de Guadalupe Santa Cruz. Desde Salir (1989) hasta la póstuma Esta parcela (2015), están aquí sus ocho novelas, además de dos relatos por primera vez publicados.
Esta antología corre tanto riesgo como el que asumió la escritura de Santa Cruz contra la operación mercantil chilena que intenta hacer del lenguaje algo eficiente, determinado y concreto. Santa Cruz, mujer capitalina, inmigrante, exiliada y retornada, inventarió una literatura contra ese poder.
La intensidad de sus jardines y cartografías, de sus oficios, de sus viajes y de sus amistades, sin embargo, se graba vitalmente en su narrativa. Estas páginas son un acontecimiento que pone en jaque la escritura misma, gracias a su desasosiego y a su deseo.
Guadalupe Santa Cruz, chilena, nació en 1952 en Orange, Nueva Jersey, Estados Unidos. Inició estudios de Filosofía en la Universidad Católica de Chile. Exiliada en Bélgica, estudió Grabado en la Academia de Bellas Artes de Lieja. Se licenció en Formación de Adultos y Educación Permanente en la Universidad de la misma ciudad. Durante los años 70 y 80 integró la Asociación de grabadores La Poupée d’Encre. Entre otros, ha recibido el premio del Consejo Nacional del Libro (Chile) en novela inédita (2004), así como el premio Atenea (Universidad de Concepción, Chile) a la mejor obra literaria nacional (2006), la beca Brec del Gobierno de Canadá con pasantía en Montreal (2001) y la beca John Simon Guggenheim Foundation de Nueva York, Estados Unidos (1998).
Publicó las novelas Salir (1989), Cita capital (1992), El contagio (1997), Los conversos (2001), Plasma (2005), Quebrada, las cordilleras en andas (2006), Ojo líquido (2011) y Esta parcela (2015), como también su obra ensayística en Lo que vibra por las superficies (Sangría, 2015).