¿Qué es lo más importante, lo que más ha marcado mi propia vida? Me pregunté qué era ese
“algo” que me ha llevado siempre a cuestionamientos, a resolver problemáticas, a la unificación de
los pares en presencia y esencia, a hacer planes, definir acciones, buscar la forma óptima de
comunicación que permita informar, mantener la atención y provocar la interiorización y el
involucramiento, crear proyectos paralelos para su desarrollo integral, mantener elementos físicos
(BTL) que promuevan determinada campaña, crear conciencia del mensaje, etcétera. Y sumado a
todo lo anterior, me mantenga ampliamente satisfecho tanto respecto del proceso como de los
resultados. Para responder llanamente y con profunda sinceridad a esa pregunta, no hay mayor ni
mejor proyecto que ser padre.
La invitación es, en definitiva, a considerar en particular aquello que se relaciona especialmente
con la comunicación. La base del marketing feliz es el humor, la ironía, la empatía y la simpatía,
apelar a la memoria emotiva y a los momentos alegres que cautiven a tu público objetivo para que
asimile lo que has ideado para él: un concepto atractivo, el descubrimiento de una necesidad o la
representación de un deseo.
Eduardo Lasheras Rojas (1972) Es Ingeniero Comercial y MBA. Durante más de dos décadas, ha
desarrollado su vida profesional en áreas comerciales, de comunicación, marketing y producción.
Emprendedor y creativo por naturaleza, ha fomentado el enfoque feliz en diversas industrias, tales
como la del consumo masivo, retail, lujo, moda, cosmética, consultoría estratégica y educación. Su
mirada positiva del cómo realizar proyectos y campañas de comunicación y marketing, le ha
otorgado un sello personal que logra plasmar, bajo el relato de su experiencia personal, en “Un
papá de marketing feliz”, su segundo libro.